Adolfo Eraso, el hombre que escuchaba a los glaciares



 




El prestigioso y dicharachero científico estellés Adolfo Eraso se nos ha ido a la edad de 86 años. Eraso se convirtió en una eminencia a nivel mundial por utilizar los glaciares para pronosticar la evolución del Cambio climático. 

Los glaciares eran según el navarro, "los más perfectos detectores del aumento de temperatura. Son el indicador mejor y más preciso. Su respuesta es inmediata". 

El Gobierno de Navarra muestra sus condolencias

El Gobierno de Navarra ha mostrado sus condolencias por el fallecimiento del químico, geólogo y glaciólogo estellés a los 86 años de edad. La presidenta María Chivite ha enviado un telegrama a la familia de Eraso, reconociéndole su amplio trabajo, centrado en buena parte en el estudio del cambio climático.

El Ejecutivo foral le había concedido en 2018 el premio Francisco de Javier, por su actividad fuera de la Comunidad Foral, con la que contribuyó a proyectar una imagen de Navarra como comunidad preocupada por "el progreso, al bienestar y el perfeccionamiento de la sociedad".

Eraso, experto en glaciares, fue cofundador de la asociación GLACKMA, una asociación científica sin ánimo de lucro que estudiar la evolución de los glaciares como sensores naturales del calentamiento global. Miembro de la Academia de las Ciencias de Nueva York (desde 1994) y de la Academia Rusa de Ciencais Naturales (desde 2002), la Universidad Pública de Navarra le invistió doctor honoris causa en 2014. En su haber cuenta con más de 80 expediciones de investigación polar.

Además del premio Francisco de Javier, en su dilatada carrera profesional, Eraso había  obtenido numerosos galardones y reconocimientos, entre los que figuran la Medalla de Oro de la Federación Española de Montañismo (1977), miembro de honor de la Sociedad Espeleológica de Cuba (1983), miembro del Comité Olímpico Español (1984-1993), miembro de honor de la Unión Internacional de Espeleología UIS (1986) o Medalla de la Universidad de Oviedo (1994). En Navarra, fue nombrado Estellés del Año (1994) y recibió la medalla del Ateneo Navarro (1995).