Las bases de Euskal Herria Bildu renuevan su amplísima confianza en Arnaldo Otegi



 





La búsqueda de la agilidad interna de un partido político invita a hiperliderazgos inversamente proporcionales a la democracia interna de las formaciones. Y Euskal Herria Bildu es una de las fuerzas a las que más críticas reciben por su supuesto exceso de 'centralismo democrático'. 

Pero lo cierto es que la militancia de la coalición abertzale, cada vez que vota de forma interna, muestra de forma inequívoca una sintonía casi perfecta con Arnaldo Otegi quizás como premio a los éxitos del de Egoibar (que contribuyó al final de ETA, ha sabido jugar sus cartas para que el Estado español acabe con su política penitenciaria revanchista y ha disparado la influencia de la izquierda abertzale, para enfado del PNV). 

La militancia, con Otegi

Hace unos años hubiese parecido imposible que más del 90% de los inscritos de EH Bildu apoyase unos Presupuestos Generales del Estado que incluyesen TAV y financiación de la Casa Real española, tal y como sucedió en el pasado mes de noviembre.

Y ayer tan solo el 6% de las bases de EH Bildu votaron en contra de la dirección liderada por Otegi, cuyos críticos (se supone que focalizados en el sector mayoritario de Eusko Alkartasuna) no parecen siquiera tener ganas de hacerle sombra. 

Es evidente que el balance de la última década de Bildu es extraordinario en términos electorales: la izquierda abertzale logró 345.000 apoyos en Euskadi y Navarra en mayo de 2019 y se ha consolidado como segunda fuerza del Parlamento Vasco (que no controla por decisión del PSE-EE). 

EH Bildu, cuyos puestos de mando están en manos de Sortu (y más concretamente en las víctimas del infecto 'caso Bateragune'), cuenta con un gran peso estratégico en el Congreso (con sus cinco diputados y su cercanía a Unidas Podemos) y en Navarra (con sus siete parlamentarios y su nutrida red municipalista). 

Eso sí, EH Bildu se ha dejado muchos pelos en la gatera en términos soberanistas (da la sensación de que su independentismo se ha desinflado tras el pinchazo del procés) y en cuestiones ideológicas referentes al eje izquierda-derecha (tras apostar por un giro socialdemócrata que le está granjeando votos centristas quizás a costa de desanimar a parte de su sector más ortodoxo).

Ponencia

La ponencia aprobada en el II Congreso de EH Bildu dice que la coalición abertzale debe "vaciar" su "política de alianzas de esencialismos, entenderla en función de nuestros objetivos y no según criterios morales. Una política de alianzas adecuada es la que nos acerca a nuestros objetivos, no la que nos mantiene en una zona de confort o en posiciones de pureza". 

Este tipo de párrafos pragmáticos levanta ampollas en sectores nacionalistas cercanos al sindicato ELA, que ha protestado por la decisión de EH Bildu de posibilitar la llegada de fondos europeos a Navarra a pesar de que la condicionalidad (véase los lógicos nuevos peajes en carreteras, la ahora desmentida caída de la tributación conjunta o la bochornosa subida de la luz) puede carbonizar a las clases medias y bajas.