Pedro Pérez Bozal
El próximo lunes 17 de mayo arranca el plazo de prematriculación en todos los colegios de infantil y primaria de Navarra. Este periodo se prolongará hasta el viernes 21 y sus resultados servirán de referencia para que la Consejería de Educación del Gobierno foral diseñe el próximo curso sin tener que esperar al plazo de matriculación definitivo, fechado para pocos días antes del arranque de las clases en el mes de septiembre.
Varias organizaciones riberas están animando a las familias a sopesar otras opciones al habitual 'modelo G' (enseñanza en castellano y sin euskera) más PAI (inglés), pack promovido desde los gobiernos de UPN que eran apoyados de forma más o menos explícita por el PSN-PSOE.
Cabe recordar que los dos modelos ofertados que permiten el aprendizaje del euskera son el 'modelo A' (que permite cuatro horas de enseñanza semanales en la 'lingua navarrorum' y puede combinarse con el PAI) y el 'modelo D' (inmersión completa en euskera).
El euskera resuena en más de la mitad de los colegios riberos
En 1984 un grupo de madres y padres riberos impulsaron una cooperativa para garantizar la enseñanza del euskera a sus hijas. Y de ahí surgió la Ikastola Argia de Fontellas, que cuenta con alrededor de 200 alumnos e imparte el 'modelo D'.
También en Fontellas, el colegio público cuenta con alumnos que siguen el 'modelo A'. Y esta fórmula de progresivo acercamiento al euskera está normalizado y arraigado en los colegios infantiles de Villafranca, Cintruénigo (que llevan más de una década enseñando el idioma) o el Dos de Mayo de Castejón, que se ha salido del PAI y fue el primer colegio público de la Ribera en implantar el 'modelo D' (con el que previsiblemente seguirán contando en septiembre por tercer año seguido).
La enseñanza del idioma navarro también está consolidado en los colegios de Ablitas, Ribaforada, Murchante, Cascante y Cortes. Y va tomando cuerpo en Corella (que arrancó hace seis años con cinco niños y ahora cuenta con casi treinta alumnos), Milagro (que se estrenó este curso y continuará el próximo), Fustiñana (que en septiembre mantendrá euskera por tercer año consecutivo) o Cabanillas.
No se oferta euskera, por ahora, en los colegios de Cadreita, Valtierra, Arguedas, Fitero, Buñuel o Monteagudo. Pero sí que lo hace en dos centros educativos de la capital ribera, Tudela: Griseras y Monte San Julián. En total, alrededor de 1.200 niñas y niños siguen enseñanza de euskera en la Ribera en los niveles educativos de infantil y primaria.
Campaña de Euskarabidea
El Instituto Navarro del Euskera - Euskarabidea lanzó este año una ambiciosa campaña titulada 'Regálales el euskera y llegarán muy alto / Euskararekin, gora eta gora beti!', con la que según explicó Gobierno de Navarra se quería "transmitir a las familias el valor positivo del aprendizaje y el uso del euskera".
Este proyecto se inscribió dentro el Plan Estratégico del Euskera ya que uno de cuyos ejes está vinculado a los y las nuevas hablantes que se incorporan a través de la enseñanza del euskera y en euskera en el sistema Educativo, desde las escuelas infantiles a la enseñanza universitaria.
La campaña llegó hasta Ablitas, Arguedas, Buñuel, Cabanillas, Cadreita, Caparroso, Cascante, Carcastillo, Castejón, Cintruénigo, Corella, Cortes, Fitero, Fontellas, Fustiñana, Lodosa, Milagro, Monteagudo, Murchante, Olite, Peralta, Ribaforada, San Adrián, Sangüesa, Sartaguda, Tafalla, Tudela, Valtierra y Villafranca.
La consejera de Relaciones Ciudadanas e Institucionales, Ana Ollo, explicó que "el euskera es un valor de presente y futuro, abierto al mundo, y que aporta valor y riqueza a nuestros hijos e hijas. Una lengua de presente y de futuro. Uno/a de cada cuatro jóvenes menores de 30 años son euskaldunes, según la encuesta del NASTAT (Instituto de Estadística de Navarra). Un 30% de las madres y padres eligen para la educación de sus hijos e hijas de 3 años, el 'modelo D', el que garantiza la inmersión en el idioma, y un 20%, el 'modelo A'. Además, tal y como señala el estudio de Eusko Ikaskuntza sobre convivencia, las personas jóvenes perciben el euskera como un valor positivo".
Inmersión y oficialidad
Desde Argia Ikastola recuerdan que "en un entorno castellanoparlante como es la Ribera, la inmersión en euskera desde el primer momento de la escolarización es clave. Esto puede preocuparnos al principio a los padres y madres, pero tiene una explicación muy clara: la inmersión temprana se apoya en las interacciones entre ambas lenguas (euskera y castellano), por lo que el profesorado se expresa en euskera mientras que las niñas y los niños pueden emplear cualquier lengua para afrontar una determinada situación comunicativa".
Y el sindicato ELA asegura que "la oficialidad del euskera en toda Navarra ayudaría a que este idioma propio contribuyera a una mayor cohesión social y no a la segregación, como siempre han pretendido sus enemigos. Esto nos igualaría al resto de comunidades autónomas que tienen lengua propia".