Colombia, Escocia, Madrid, Bilbao, Vitoria, Navarra...



 




Mientras la derecha española hace vislumbrar su origen fascista y sus dificultades para aceptar la democracia con su infame despedida a Pablo Iglesias, que recibe un odio proporcional al daño que ha causado su discurso regeneracionista entre la infecta oligarquía española, el mundo gira. 

Lo hace en Colombia, donde la terrible y criminal represión del Ejecutivo liderado por Iván Duque intenta ahora ser compensado de forma estéril con una supuesta propuesta de diálogo que no ocultará los asesinatos gubernamentales. 

Eso sí, no esperen leer el asunto en ningún medio español porque estos solo tienen ojos en el área internacional para Venezuela, modelo democrático si lo comparamos con la Arabia Saudí en la que hacen negocio los Borbones.

Más templadas están las aguas en Escocia, donde el independentismo vio ayer reforzado su poder en las elecciones regionales para enfado de Boris Johnson (que cerró ayer cualquier posibilidad de poner en marcha un referéndum de independencia). 

En el norte del Estado español las cosas también están tensas después de que la Ertaintza cargase de forma salvaje contra miembros de Ernai en Bilbao y Vitoria. La situación acabó con siete detenidos y dos hospitalizados. 

En Pamplona ayer la noticia fue la marcha en favor de los jóvenes detenidos por supuesta pertenencia a grupo criminal. Varios colectivos, en alerta ante la posible confección de un 'Alsasua 2', mostraron ayer su enfado ante esta situación.