Carlos Guzmán: "Hay que democratizar la jefatura del Estado"



 



Pedro Pérez Bozal

El pamplonica Carlos Guzmán presenta mañana su primer libro, '¿Por qué no te callas? El descenso a los infiernos de los Borbones' (Editorial Atrapasueños). Con este joven asistente parlamentario de Izquierda-Ezkerra (IE) y miembro del PCE-EPK hablamos sobre su libro y también sobre la situación política.

¿Cómo nace el libro?

Surje en verano cuando en una conversación con la cuadrilla me doy cuenta de que hay mucha gente que no conocía muchas de las facetas menos favorecedoras de la familia real española. Mi intención ha sido desmontar y deconstruir el relato oficial de las últimas cuatro décadas de los Borbones. 

En el libro te apoyas en los discursos de la propia Casa Real

La idea es desnudar a los protagonistas con sus propios discursos, las notas de prensa de Zarzuela o incluso algunas declaraciones judiciales. 

La mirada del libro es más estatal que navarra

Sí, pero también recojo un incidente que protagonizó Felipe de Borbón cuando no era siquiera rey: su famoso encontronazo en Navarra con Laura Pérez. Esta anécdota evidencia el carácter soberbio del actual jefe del Estado, que quizás se cree que puede estar por el bien y del mal. 

Hablemos sobre el republicanismo. Esa apuesta por la reinstauración de la República quizás solo está en Unidas Podemos. Las fuerzas nacionalistas parecen tener sus propios proyectos y el PSOE es la herramienta imprescindible del bloque monárquico. Y la clave de que no se abra el debate sobre el modelo del Estado. ¿Por qué está la izquierda tan dividida en este asunto?

Es cierto que la única organización política que hace bandera del republicanismo es Unidas Podemos, especialmente uno de sus componentes: Izquierda Unida. Creo que fuerzas nacionalistas catalanas, vascas y gallegas tienen que comprender que el mejor paso para avanzar en la hipotética I República catalana, vasca o gallega se necesita pasar por la III República española. 

Hay que democratizar la jefatura del Estado y creo que en el PSOE se produce una disonancia entre las bases y el aparato. Los socialistas beben de la tradición republicana, pero su praxis diaria es dotar de apoyo al Régimen del 78. 

En Euskadi vi durante mucho tiempo cierta mirada despreciativa del nacionalismo vasco hacia fuerzas tipo Izquierda Unida. Aunque creo que esta situación se ha ido corrigiendo. Esto mismo me ha parecido ver en algunos elementos del espacio navarro de Unidas Podemos, especialmente en la Ribera, hacia el nacionalismo vasco. ¿Tan complicado es el mestizaje entre la izquierda alternativa al PSOE?

Creo que antes pasaba más por viejas rencillas. Porque ahora en Izquierda Unida, el PCE-EPK o Izquierda-Ezkerra compartimos actos republicanos en Pamplona con compañeros de Euskal Herria Bildu, por ejemplo. 

El pasado verano, en pleno estallido de los escándalos que salpicaron a Juan Carlos de Borbón, organizamos de forma conjunta, plural y unitaria movilizaciones republicanas con fuerzas como Geroa Bai o EH Bildu. 

Creo que estas fuerzas podrían sentirse cómodas dentro de una III República federal que reconozca el derecho de autodeterminación a las nacionalidades históricas. 

Es evidente que el nieto político de Franco (Felipe VI) ha heredado de su padre el confort mediático que posibilitó la impunidad borbónica durante décadas. ¿Se han evaporado los aires que pedían hace una década (15M) un proceso constituyente?

Algunos quieren seguir anclados al Régimen del 78, que parió una Constitución que en varios campos se ha quedado obsoleta. Creo que la sociedad actual necesita otra Carta Magna, por ejemplo en el modelo de Estado. 

Es evidente que necesitamos abrir cauces de diálogo hacia Catalunya, que tiene derecho a elegir su futuro. Si la ciudadanía catalana quiere irse del Estado español, yo sin compartirlo, no tendría otra opción que respetarlo.

Portada del libro de Guzmán.

La XII Asamblea Federal de Izquierda Unida (IU) ha concluido con renovación para el liderazgo de Alberto Garzón. También creo que se ha destensado el ambiente porque había una preocupación en muchos militantes ante una hipotética 'desaparición' de IU...

Creo que Izquierda Unida se ha consolidado como una herramienta social muy importante para la clase trabajadora española en los últimos 35 años. Es cierto que el surgimiento de Podemos hace siete años reconfiguró el panorama político y creo que hemos tenido altura de miras para darnos cuenta que podíamos seguir trabajando junto a otros compañeros de viaje. Era necesario aunar fuerzas para implementar un programa transformador. 

Unidas Podemos participa en el Gobierno estatal tras ocho décadas sin comunistas en el Ejecutivo español, pero en el plano autonómico Podemos e Izquierda Unida siguen divididos a nivel electoral. ¿Crees que este hecho cambiará para 2023?

Creo que es necesario. IU debe aprender de los malos resultados que obtuvo en 2019 (dentro de IE) después de que no fuese posible llegar a otro tipo de acuerdos. Dentro de dos años sería necesario unir fuerzas ante esta derecha envalentonada. 

Debemos apartar los intereses particulares para centrarnos en los intereses generales. Porque no puede repetirse, por ejemplo, lo que ocurrió en Pamplona: fuimos a las municipales con tres listas diferentes (Podemos, Izquierda-Ezkerra y Aranzadi) y no conseguimos un solo concejal. 

En Tudela el caso fue paradigmático: IE ganó votos y actas de concejal, pero perdió la alcaldía porque algunos de sus socios no entraron en el Ayuntamiento. Ahora creo que tenemos que trabajar para evitar este tipo de situaciones. 

Este año tocan primarias en Izquierda Unida de Navarra. Marisa de Simón ha anunciado que no se va a presentar a la relección. ¿Qué sensaciones tienes ante la XI Asamblea a nivel navarro?

Estamos en un escenario todavía muy primario. No se saben siquiera fechas, creo que podría ir después del verano. Todavía falta elaborar documentos y trabajar en las candidaturas. Ahora estamos desbordados de trabajo. 

Pero creo que lo idóneo es que estas primarias sirvan para designar a compañeros que busquen materializar los acuerdos que se han mostrado como mayoritarios en la Asamblea Federal.