Santos Cerdán, pieza clave en el terremoto político ha sacudido a cuatro autonomías gobernadas por el PP



 



Las negociaciones entre el socialista milagrés Santos Cerdán, hombre de confianza de José Luis Ábalos, y Carlos Cuadrado, de Ciudadanos, derivaron ayer por la mañana en una moción de censura en la Región de Murcia que desalojará a Fernando López Miras y sacará al PP tras 26 años de poder.

Ana Martínez Vidal, de Ciudadanos, alcanzará la presidencia murciana con el apoyo del partido más votado en la autonomía, el PSOE (que conseguirá a su vez la alcaldía de Murcia con apoyo imprescindible de Podemos). 

Estos dos acuerdos están siendo justificados por Cs por la crisis medioambiental del Mar Menor, el 'vacunagate', el anacrónico veto parental que pide Vox y la denuncia naranja ante la UDEF contra el PP en Murcia capital por corrupción. 

Consecuencias

La crisis murciana ha tenido consecuencias en otras tres autonomías: Andalucía, donde PP y Cs se reafirman en el pacto a año y medio de las elecciones; Castilla y León, donde el PSOE ha presentado una moción de censura sin demasiadas opciones de prosperar (a no ser que logre el apoyo de cuatro tránsfugas de Cs), y la todopoderosa Comunidad de Madrid. 

Isabel Díaz Ayuso, desconfiante ante el pacto murciano y muy distanciada de su vicepresidente Ignacio Aguado, disolvió ayer la Cámara madrileña y convocó elecciones para principios de mayo. Las encuestas positivas que maneja su sombra Miguel Ángel Rodríguez inyectan optimismo en la presidenta, que se juega se futuro a una carta. 

El PP previsiblemente crecerá e intentará apoyarse en Vox. Habrá que ver si este pacto es suficiente para alcanzar la mayoría. Y también habrá que ver en cuántas marcas va el centro-izquierda: Cs y Podemos tendrán dificultades para alcanzar el 5%  si se presentan en solitario y PSOE y Más Madrid tampoco pasan por sus mejores horas por el discreto liderazgo de Ángel Gabilondo y el frío regreso a la política estatal de Íñigo Errejón.

Tarde y mal

Socialistas y errejonistas intentaron ayer frenar la convocatoria electoral mediante la presentación de sendas mociones de censura que según varios prestigiosos juristas no tendrían que prosperar, a pesar de que la Mesa las ha admitido por no estar publicada la convocatoria electoral en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid, porque daría a la Asamblea de Madrid un injusto derecho a veto sobre la legítima decisión de la presidenta de ir a las urnas. 

Quizás el PSOE debería haber presentado una moción madrileña a la misma hora que la murciana y, quién sabe, quizás acaben saliéndose con la suya sin llegar a urnas si los juristas y tribunales le dan la espalda al PP por un trámite administrativo hecho con tardanza por el equipo de Ayuso o por la interpretación de un reglamento que, de dar la razón a socialistas y errejonistas, habría que cambiar de forma inmediata porque vulneraría el equilibrio entre legislativo y ejecutivo. 

Resumen

En definitiva: el PSOE consigue que el PP pierda una de sus cinco autonomías (la Región de Murcia), le arrebata la séptima ciudad más habitada de España, complica más el horizonte de Casado y, si su moción no sale adelante, intentará tumbar a Díaz Ayuso, cuya caída podría provocar una crisis sin precedentes en el Partido Popular. 

Eso sí, si la presidenta sale victoriosa, el PP estatal podría cortar su dinámica negativa ante Vox y el PSOE podría verse desgastado a nivel estatal al no ser capaz de hacer frente a una dirigente que puede compensar su ínfimo nivel político gracias a la fragmentación y debilidad de liderazgos de la izquierda madrileña.