Adiós a Pepe Rei, editor del primer libro que denunció la corrupción de Juan Carlos de Borbón


 





Pepe Rei falleció ayer a los 73 años tras pasarse las dos últimas décadas de su vida apartado de la vida pública tras sufrir un accidente de tráfico. Este prestigioso periodista, ex jefe de investigación del extinto Egin y exdirector de la clausurada revista Ardi Beltza, puso luz sobre la corrupción madrileña y la persecución de la izquierda abertzale (especialmente con investigaciones sobre la relación del Cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo con los crímenes parapoliciales estatales de los GAL).

Rei, que fue detenido y encarcelado por sus ideas políticas, fue absuelto en todas las ocasiones en las que la justicia española intentó condenarlo en firme a cárcel por supuesta relación con el terrorismo (tan solo fue condenado al pago de una multa por calumniar a un sujeto como Enrique González Galindo, condenado a más de 70 años de cárcel por el secuestro y asesinato de Lasa y Zabala y ahora homenajeado por 'los demócratas' de Vox). 

El periodista gallego y abertzale se ganó el prestigio a nivel estatal tras haberse atrevido a editar en el año 2000 el primer libro crítico sobre la figura del entonces intocable Juan Carlos de Borbón, 'Un rey golpe a golpe'. 

Rebeca Quináns (Patricia Sverlo), autora de la citada obra sobre la implicación del emérito en el golpe de Estado del 23F y su falta de ética, recordó así a Pepe Rei en una reciente entrevista realizada por La Última Hora. 

Pepe Rei, por Rebeca Quintáns

Para mí es el mejor jefe que he tenido. Yo no estaba en la redacción, colaboraba con la revista (Ardi Beltza) desde Madrid, pero había una comunicación constante, una comunicación telefónica permanente, y además nos veíamos aquí en Madrid o en Euskadi o a medio camino. Para mí era un periodista excelente y un jefe maravilloso, en el sentido de que sabía dirigir tu trabajo para que dieras lo mejor de ti, con el apoyo máximo que puede darte el director de una publicación, todo el apoyo. De hecho, fíjate: con lo de mi libro, cerraron la editorial y lo metieron a él en la cárcel, no a mí. Lo metieron a él. 

Asumía él personalmente todos los riesgos que se corrían y apoyaba al cien por cien el trabajo de sus periodistas, lo facilitaba todo lo que podía, y me facilitó por supuesto muchísimos contactos y fuentes de información y no sólo para el libro del rey, porque estuve colaborando todo el tiempo que duraron Ardi Beltza y Kale Gorria y siempre fue un director, un jefe, de los que te ayudan y sacan lo mejor de ti en tu trabajo y con el que aprendí muchísimo. Su accidente, que lo dejó incapacitado, supuso para mí una pérdida enorme en lo personal y para el mundo del periodismo una pérdida inmensa. 

Se le echa de menos muchísimo porque era un periodista valiente y riguroso que conseguía informaciones que no conseguía nadie más, se atrevía a sacarlas, las defendía y las ponía en unas publicaciones hechas con una calidad exquisita hasta en el diseño gráfico. Se le echa de menos muchísimo en el mundo del periodismo español, muchísimo. Para mí esta situación de incapacidad en la que está es una lástima, supone una pérdida inmensa e irreparable.