El pueblo catalán sigue votando en masa a partidos independentistas, ayer lo hicieron más del 50% de los votantes, y a formaciones progresistas, 83 parlamentarios en un Parlamento en el que se forma mayoría con 68 escaños.
Los comicios autonómicos celebrados ayer estuvieron marcados por la baja participación a consecuencia de la pandemia y por el triunfo del PSC. Esta victoria supone un balón de oxígeno a Pedro Sánchez, que tuteló la 'Operación Illa'. Los socialistas, que han pasado del catalanismo al centrismo en busca del voto perdido por Ciudadanos, doblaron ayer sus resultados.
El Gobierno central ve con simpatía que el triunfo de Illa se va acompañado por la alegría contenida de En Comú Podem, que mantiene representantes contra todo pronóstico. Y también por el sorpasso de ERC sobre Junts per Catalunya, más frentista y menos social que los del que será previsiblemente el próximo president: Pere Aragonès. Más social y frentista que ambos partidos son las CUP, que ayer se disparó y casi duplica resultados.
También logra unos estupendos números Vox, que entra con fuerza en el Parlament como cuarta fuerza. Los de Santiago Abascal se aprovechan del brutal desplome de Ciudadanos, que pasa de 36 a 6 escaños, y de los decepcionantes resultados del PP, que teme que el sorpasso que protagonizó ayer Vox se convierta en una dinámica a nivel estatal.