David Yanguas: "¿Quién se acuerda ahora de los músicos?"







Pedro Pérez Bozal

David Yanguas Fernández nos regala treinta minutos de su apretada agenda para hablarnos del sector musical. Este joven y risueño saxofonista fiterano, finalista del premio nacional Melómano 2018, demuestra su talento en txarangas como la Stropizio, realiza 'bolos' de estilo clásico o jazz en orquestas, ejerce de profesor en escuelas de música y estudia grado superior de saxofón jazz en el Conservatorio Superior de Música de Navarra. Y, durante unos minutos, reivindica la cultura en e-Ribera.com. Pasen y lean: 

¿Cómo está la industria cultural?

El asunto está complicado. Estamos desprotegidos. Y no solo lo digo por los gobiernos que deberían aportar ayudas económicas a los sectores que peor lo están pasando. También lo reivindico porque escucho muchas protestas por la hostelería, que está jodidísima, pero nadie se acuerda de los músicos. 

Y tampoco de la gente que vive de la cultura: los que trabajan en el cine, teatro, música o espectáculos varios. Durante la 'primera cuarentena' la ciudadanía decía 'qué bien los músicos, que salen a tocar al balcón un ratillo'. Pero ahora, ¿quién se acuerda ahora de los músicos?

¿A nivel profesional también te ha pasado factura?

Para que te hagas unas idea: el año pasado hice noventa y dos fechas y este verano he tocado tres días. Ese es el nivel. Y sobre todo es que la gente que no lleva demasiado tiempo trabajando no sé de dónde va a comer. 

En mi caso, yo que soy estudiante, me frustro porque estoy aprendiendo una materia que a medio plazo que no sé si va a remontar. ¿Algo bueno de este momento? Durante la cuarentena tenía mucho más tiempo libre y lo he aplicado en estudiar. 

Este año protagonizaste tres eventos que fueron muy bien acogidos en Fitero...

Hice un concierto en la Plaza de Toros con un estilo desenfadado: toqué temas modernos, boleros, canciones conocidas y bien: se vendieron muchas entradas. También hice un directo en el Bar Chepos. Y el tercero fue un concierto de música clásica junto a Elvira Guarás en el Claustro. 

Ese día tocamos varios temas de Pedro Iturralde, que acaba de fallecer y ha sido uno de los grandes referentes de la música estatal siendo un navarro de Falces, ¡joder! Este artista ha sido una persona muy influyente para el desarrollo del jazz en España.

¿Cómo está resultando dar clase durante la pandemia?

Las clases presenciales, a pesar de las medidas de seguridad que llevamos a cabo, se resuelven con cierta normalidad. El problema son las clases a distancia. Y sobre todo cuando tienes que enseñar a tocar desde cero. 

Es una 'engorilada'. Ahora tengo que enseñar a dos niños de ocho años a tocar el saxofón y ninguno de los dos ha recibido nunca una clase ni ha cogido un instrumento. Esta situación me dificultará las cosas, pero bueno, espero sobrellevarlo. 

¿Qué tal por Pamplona?

Bueno... hay que tener cuidado. En el Conservatorio nos juntamos muchas personas y la verdad es que la situación por ahora está bien, dentro de lo que cabe . Y la ciudad en general, la veo muy apagada. Es el tercer curso que estoy aquí y especialmente noto el cambio en la tarde-noche de los jueves...

¿Qué quieres ser de mayor?

Quisiera tocar. A ver, soy consciente de que la mayoría que estudia música acaba de profesor. Pero mi ilusión es poder vivir de tocar. Sé que es jodido... pero sería muy bonito (ríe).