Estrategias de Especialización Inteligente: Plan Fitero 2030 con los 200.000 euros de fiestas
















Antes de comenzar la parrafada fiterana hay que explicar algunos datos: el presupuesto anual de la villa ronda los dos millones de euros. De esa cantidad, 1,6 millones podríamos considerarlos a grosso modo como 'gastos fijos' (que implican desde el alumbrado de las calles a los sueldos de los empleados municipales). Por lo tanto, 400.000 euros quedan en manos del pleno de la villa. 

Y estos 400.000 euros se reparten casi a partes iguales entre, realización de obras, inversiones y amortización de deuda (200.000) y festejos populares (casi otros 200.000 si se suma la partida de fiestas, eventos taurinos y el prorrateo de otras partidas que el equipo de Gobierno, muy molesto con que se diga que las fiestas cuestan 200.000 euros en vez de 165.000, no considera gastos festivos). 

En definitiva, que casi una décima parte del presupuesto ha quedado libre en 2020 a causa de una crisis sanitaria que, cierto es, habrá acarreado una serie de gastos municipales que habrá que meter en la ecuación. Ahora sí, comenzamos.

Dificultades para jerarquizar problemas

Fitero tiene varios problemas. Uno de ellos es la falta de liderazgo a nivel municipal que arrastra desde hace lustros y otro son las dificultades que muestra UPN, hoy Navarra Suma, para jerarquizar los problemas locales.

Algunos miembros del centro-derecha fiterano, muchas veces sin maldad, creen que lo mejor que se puede hacer por la villa es apostar por las tradiciones y salir guapos en Diario de Navarra diciendo que se ha batido no sé qué récord. Esas cosas, algunas de ellas populistas, están muy bien... si se compatibilizan con 'lo que importa'.

Horas

A estas dificultades a la hora de jerarquizar los problemas de Fitero los habrá advertido cualquier persona que haya estado cercana al consistorio: el equipo de Gobierno trabaja muchas horas, muchas, en preparar las fiestas y gasta mucho dinero público, mucho, en pagar los actos festivos.

No estarán tan seguros del tiempo y dinero que se ha dedicado en los últimos años a tareas relacionadas con aspectos estratégicos (industria, vivienda o demografía) que atañen al presente y futuro del municipio. ¿Una décima parte del tiempo y dinero que se gasta en fiestas? Quizás, ni eso.

Ayunos de recursos

Fitero no es congozante de Bardenas no dispone de un rentable parque eólico en sus terrenos municipales y ni siquiera cuenta con los ya olvidados campos de golf que se proyectaron, eso dicen, hace casi dos décadas. 

A esos problemas para generar caja se le suman los industriales tras la práctica desaparición del textil, alabastro y agricultura en un periodo de dos décadas. Y estos problemas económicos e industriales pueden convertirse en drama si no reabre pronto sus puertas Baños de Fitero (que genera alrededor de 170 puestos de trabajo). 

Tampoco se puede olvidar el problema demográfico: Fitero ha perdido más del 38% de su población en el último siglo (datos del INE). Y el problema es que nada relevante se ha hecho a nivel municipal en varios de los asuntos más delicados. 

Fitero es un pueblo "ayuno de recursos", Antonio Sayas dixit, y esta situación se está complicando porque la Residencia, en periodo transicional entre dos modelos antagónicos, va a estar durante algún tiempo provocando unas pérdidas tan importantes como comprensibles.

Estrategias de especialización inteligente

El Consorcio EDER se fijo en un modelo europeo y puso en marcha en 2017 un proyecto llamado Estrategias de Especialización Inteligente. Este trabajo puso la lupa en varios problemas riberos y se colocaron una serie de retos numéricos relacionados con el posible crecimiento de la comarca. 

Estas Estrategias de Especialización Inteligente (conocidas como S3 por sus siglas en inglés, Smart Specialization Strategies), implicarían marcar una serie de metas durante un determinado periodo de tiempo y concentrar los escasos recursos económicos (y su gran capacidad de endeudamiento) en áreas económicas en los que la localidad cuenta con ventajas competitivas. 

Retos

Algunos fiteranos creen que la construcción de 'la carretera de la Dehesa' será la varita mágica que active una resurrección local. Y cierto es que la ejecución de la obra ayudaría al pueblo. Pero el Ayuntamiento no puede estar de brazos cruzados mientras el polígono industrial tiene un precio de suelo escasamente competitivo y además, en la villa no sobra terreno para hacer vivienda de nueva creación. 

En definitiva, que mientras el Gobierno de Navarra nos torea de forma vergonzosa, Fitero no hace los deberes. Eso sí, este año podría ser el idóneo para hacerlos si se proponen una serie de retos de aquí a una década. Estas tareas podrían estar relacionadas con la demografía, la renta per cápita, la tasa de desempleo, la tasa de personas en riesgo de pobreza, la eficiencia energética, el PIB per cápita o la actividad industrial.

Tareas

El plan Fitero 2030 parecería fácil de poner en marcha: hacen falta unos políticos que proyecten el plan, unos técnicos que lo elaboren, unos agentes sociales que lo ensanchen y una mesa plural de seguimiento de los retos.

¿Proyectos que se pueden poner sobre la mesa? En primer lugar, la España rural debe entender que tiene ante sí la oportunidad de revertir ligeramente el éxodo urbano. Y es que las ciudades se han convertido en territorios hostiles, alquileres caros y contaminación, y el pueblo, más barato para vivir, necesita suministros, banda ancha y quizás hasta un coworking. 

También pueden tantearse la construcción de naves nido, realizar un plan para los ahora municipales terrenos de El Montecillo, y, si se sigue apostando por el turismo, se debería lavar la cara del producto, Fitero, antes de encargar propaganda que diga lo bonito que es Fitero.

La vivienda tendrá que ser otro de los retos de este hipotético plan o mensaje en una botella. Y es que hacerse una casa en Fitero, según los pocos sufridores que han llevado a cabo la tarea en el último lustro, es un trabajo hercúleo. El estudio del derribo de viviendas que pertenezcan a instituciones municipales podría ser una de las primeras medidas a tomar.

También lo es tener una mirada 'largoplacista'. Y esa es la mirada que necesita Fitero, al que le faltan arquitectos del futuro. Y esos arquitectos quizás pongan el foco en sectores con potencial de crecimiento en la villa como la construcción, agricultura, industria agroalimentaria, energías renovables y hostelería.

Día a día

El día a día en cualquier ayuntamiento es farragoso: surgen problemas, hay actos que organizar y los gestores invierten sus esfuerzos en apagar fuegos. El problema es que faltan planes que obliguen a mirar por encima de la legislatura que se tiene encima.

Y, cierto es, tareas como la industria, vivienda y la demografía son 'poco vistosas', requieren de mucho tiempo e interés por su complejidad técnica y en muchas ocasiones, incluso trabajando e invirtiendo, no se consiguen los objetivos deseados. Porque no es fácil conseguir que se instalen cuatro empresas de cien trabajadores, que se construyan dos barrios de adosados y que la dramática pirámide poblacional fiterana se revierta. 

Pero será difícil, por no decir imposible, que Fitero salga adelante si alguien no coge el toro por los cuernos. Y también será difícil que salga adelante si muchos fiteranos, especialmente los 'fiteranistas', no dejan de practicar esa moda contraproducente llamada autocomplacencia.

Y es que también se puede querer a Fitero apostando por la crítica constructiva. No la esperen nada de los intelectuales fiteranos 'oficiales', que siguen congelados en el siglo XII. Ni la de algunos de los jóvenes más preparados...

Disidencias

Pocas voces se salen del redil y nadan a contracorriente. Y es normal que esto sea así porque, es una pena, en 2020 en Fitero, al igual que en otras partes del Estado español, sigue habiendo tics antidemocráticos, se sigue linchando socialmente al que no aplaude al 'rey desnudo' y hay personas que ni siquiera aceptan como válido que se manifiesten opiniones que se salgan de la línea editorial que impone 'el pensamiento único'.

Resulta esclarecedor salir del rebaño, sin victimismo ni mucho menos, para detectar que hay elementos que practican el asesinato civil mediante la confección de unos grotescos cuentos de terror que buscan destrozar socialmente al que practica el pensamiento libre.

Los límites de los artículos, libros o intervenciones en pleno no los dictan estos elementos: los marca un Código Penal que no condena la legítima y saludable crítica política (pero que sí califica de delito la invención y propagación de embustes, que son trolas casi siempre se sueltan a la espalda y casi nunca delante de un juez).

Estos bulos se expanden con el ánimo de menoscabar a una persona que es linchada simplemente por el hecho de utilizar la libertad de expresión para mostrar su desacuerdo, ¡faltaría más!, con el poder reinante.

Pese a las zancadillas, por supuesto, nadie debe dar ni un paso atrás ante estos comportamientos antidemocráticos que buscan criminalizar a los ciudadanos que siguen denunciando que, o Fitero se lo toma en serio con este plan o con otras medidas similares, o dentro de un siglo seremos un descampado idóneo para leer a Bécquer en la intimidad...