UPN encara la recta final de la anodina campaña de sus primarias, que se celebrarán el próximo domingo 28 de junio. Javier Esparza y Sergio Sayas, que aspiran a liderar a los regionalistas, han hurtado a la ciudadanía navarra una sana contraposición de ideas.
Este hecho ha facilitado a que desde el centro-izquierda navarro aseguren que el cara a cara en UPN es una 'descarnada batalla por el poder'. Pero también es cierto que los regionalistas no se desgastarán a nivel interno en una primarias desvirtuadas por el 'pacto de silencio' promovido por Miguel Sanz, peso pesado del partido que intentó que ambos candidatos llegaran a un pacto para evitar cicatrices.
Solo puede quedar uno
Javier Esparza, que ha tutelado una involución estatutaria que implica la posibilidad de eliminar las primarias y de que los cargos públicos tengan un tope de dos legislaturas, contará el próximo domingo en el XII Congreso de UPN con el apoyo de varios pesos pesados riberos del partido: Alejandro Toquero junto a la mayoría de los concejales de Tudela; los alcaldes de Ablitas, Valtierra, Cascante y Monteagudo; y el presidente de la Comunidad de Bardenas.
Al actual presidente de UPN y jefe de la oposición, que no quiere oír hablar de dejar la política si pierde las primarias, también le apoyan Enrique Maya, Yolanda Ibáñez, Carlos García Adanero, Iñaki Iriarte, María Jesús Valdemoros, Gonzalo Fuentes, Carlos Salvador o Juan Luis Sánchez de Muniáin.
Al buñuelero Sergio Sayas, acompañado por las riberas Maribel García Malo y Raquel Garbayo como candidatas a secrataria general y vicepresidenta respectivamente , le apoyan los alcaldes de Fustiñana, Cadreita o Fitero. Sayas, que asegura que quiere recuperar las siglas de UPN a nivel electoral, no parece contar con demasiadas opciones de victoria. Pero esta circunstancia quizás represente su principal ventaja.