La Ribera echa a andar entre luces, sombras y dudas






Algunos se quisieron adelantar a la apertura de puertas, el pasado fin de semana hubo quejas de los vecinos de 'las Claras' por los arremolinamientos juveniles a altas horas y algunos ciclistas cruzaban 'fronteras' con aparente tranquilidad.

Pero este lunes 11 de mayo de 2020 al fin llegó, con más normalidad de la prevista, el arranque de la 'Fase 1' de una desescalada que conllevará un adiós parcial al 'encarcelamiento' bimensual dictaminado a causa de una crisis sanitaria que ni mucho menos se ha quedado atrás.

Las administraciones estatal y foral, todavía lastradas sin los test suficientes, han precipitado la 'apertura de toriles' con la intención de mantener firme un tejido productivo que de todas formas saldrá trastocado de los próximos tiempos.

Todavía hay muchas dudas sobre cobro del ERTE y sobre cómo será un mundo en el que casi todas las empresas tendrán que replantearse su modelo de negocio ante la previsión de una bajada de ingresos, al menos a corto plazo.

La Ribera echa a andar

Tudela suspendió Santa Ana, Fitero dio descanso el 15 de marzo a San Raimundo, Castejón ha cancelado sus fiestas veraniegas, Fustiñana no celebrará las de la Juventud, la cirbonera cofradía de San Isidro suspende los actos del 15 de mayo, y Cabanillas ha confirmado también la cancelación de los festejos de la Primavera.

Corella celebró el Villar de forma virtual y decidió adelantar al 5 de mayo el retorno de su mercadillo semanal, en este caso exclusivamente alimentario y dotado de muchas medidas de seguridad. En Cadreita se habla de una especie de 'huelga' de la mayoría de hosteleros, que no han abierto por las medidas, "excesivas" según ellos, que les exige su consistorio.

En el Hospital Reina Sofía, edificio que dota de unidad una Ribera con cada vez menos identidad, no ha escampado la tensión... aunque ayer fuese el Día Mundial de la Enfermería. Y es que el número de nuevos contagiados sigue creciendo... aunque la presión que sufren las UCIs haya bajado.

No parecen enterarse los clientes riberos de algunos hipermercados tudelanos, que protagonizaban ayer martes escenas en las que la distancia social y las medidas de protección brillaban por su ausencia.

Asuntos varios

El Ayuntamiento de Buñuel ha elaborado una guía básica para sus conciudadanos:




En Milagro se reúnen esta tarde los productores de cereza para dictaminar cómo adaptan el Día de la joya local a estos tiempos. Cortes y Fontellas han repartido unos aparatos 'non touch' que facilitarán el día a día de sus vecinos.

En Ablitas continúan las obras de la torre del Castillo mientras sus habitantes tiran de solidaridad: un grupo de voluntarios realizó 10.000 mascarillas y sigue la recaudación de fondos para investigar la cura del coronavirus en un proyecto que dirige el ablitero José Soto en el Clínico de Madrid.

Murchante por su parte instala cámaras de videovigilancia en las calles Mayor y Escuelas para mejorar "la seguridad y el tráfico". El consistorio afirma que los aparatos electrónicos todavía no funcionan, pero estos evidencian que el mundo camina hacia una especie de 'Gran hermano' en el que, a falta de poder ver el virus, se grabarán humanos.

Ascenso

Monteagudo, con buen criterio, no tenía mascarillas suficientes para toda la población y las repartió en primer lugar a los mayores de 65 años. En Castejón el asunto del que se habla es otro: las chicas del fútbol han ascendido a la Primera Nacional femenina. Olé por ellas.

En Cascante hay caras largas porque el 23 no suben a la Cruceta y ese mismo día Fitero no podrá bajar al Barranco, aunque la panadería Hijos de Emilio Conde seguirá sirviendo masa de las empanadas por encargo.

Ribaforada por su parte sabe la que se avecina y acierta: el Ayuntamiento busca a cuatro peones para dinamizar la vida empresarial local. En Arguedas se habla de Sendaviva, que pide del apoyo de las administraciones para poder comenzar temporada e intentar salvar una campaña que se prevé dura.

Y el Ayuntamiento de Valtierra promociona el hastag #paseosvaltierra para que sus habitantes compartan fotografías en enclaves naturales. Quizás algunas de ellas estén pasadas por el agua que refrescará la primavera atípica que vivimos. Las precipitaciones, suaves y constantes a lo largo de la semana, quizás sirvan para contribuir a moderar la estampida callejera del fin de semana.