Vergüenza ajena: la Xunta despide a los sanitarios infectados








Vía: Izquierda Diario

El Servicio Gallego de Salud (SERGAS) está realizando contratos temporales de corto periodo, incluso de días o semanas, para cubrir la falta de personal sanitario durante la crisis mundial por la pandemia de coronavirus. A los contratos precarios se les suma que a aquellos trabajadores que se acogen a una baja por incapacidad temporal, debido al contagio por COVID-19 u otras causas, el SERGAS no les renueva el contrato.

Así lo denunciaba esta semana el sindicato gallego CIG, mayoritario en el sector de salud gallego, y añadían que esto es una “doble penalización”, debido a que “si te contagias del virus en el desempeño de tu puesto de trabajo, penalización en el reconocimiento de los servicios prestados, ya que estos solo se bareman si existe un vínculo laboral”.

Además, los trabajadores y trabajadoras que fueron despedidos volverán a sus puestos con un nuevo contrato temporal una vez superen la enfermedad, perpetuando el modelo precario y la inestabilidad laboral de aquellas personas que se están jugando la vida para salvar las de otros, mientras el presidente Feijóo les llama, de forma hipócrita, héroes.

Los sanitarios gallegos están desbordados y esto es un bazazo más a la tensión que ya sufren estos días. Con un total de casi 7000 positivos en Galicia, los casos de COVID-19 siguen aumentando aunque a un ritmo menor, y aunque no se prevé un colapso sanitario como en Madrid, el continuo ingreso de pacientes nuevos y las largas horas de trabajo afectan inevitablemente a la moral del personal sanitario.

Una salida obrera a la pandemia

En todo el mundo existe ahora la necesidad de ampliar las plantillas y material en sanidad, y de esto no escapa Galicia, donde en los últimos años han habido recortes de presupuesto, de camas disponibles e incluso de profesionales sanitarios que se vieron obligados al éxodo a otras áreas u otros países. En una entrevista para IzquierdaDiario en 2018, la médica viguesa Elisa Ausín declaraba que “Al no tener suficiente capital humano el trabajo se saca adelante sobrecargando a los que todavía estamos aquí”, añadiendo que “La actitud del gobierno gallego es de inacción total”.

Ahora, esas reivindicaciones cobran aún más importancia si cabe, y debemos exigir la contratación masiva de personal de sanidad y sin límites a la vez que exigimos la inmediata renovación de las y los trabajadores despedidos durante la pandemia. Existe una gran cantidad de parados y exiliados de profesionales de la salud que debemos reincorporar a la labor en la lucha contra el coronavirus, además de estudiantes de últimos cursos, siempre que se garanticen las condiciones de seguridad y laborales para todos ellos.

Revirtamos la vía de privatización de la sanidad gallega que caracteriza al Gobierno de Feijoo y pongamos bajo control obrero todo hospital y clínica privada que están ahora mismo lucrándose de la situación de crisis, mientras sus trabajadores podrían estar apoyando a sus compañeros de la sanidad pública.

Existen los medios, pero no están en las manos de quienes podrían darle una salida lo más digna posible a esta pandemia, por lo que debemos evitar que sea superada a costa de las y los trabajadores, hagamos que la crisis la paguen los capitalistas.