Gobierno foral y Cruz Roja atenderán las necesidades alimenticias de 13.000 personas





El Departamento de Derechos Sociales y Cruz Roja han puesto en marcha un programa específico para que familias con graves dificultades económicas tengan alimentos en esta fase de confinamiento colectivo, que atiende a 12.748 personas, de ellas 4.615 menores que, en situación de normalidad, se benefician de las becas en comedores escolares.

Así lo ha explicado esta mañana en rueda de prensa la consejera de Derechos Sociales, Carmen Maeztu, quien ha estado acompañada por el presidente de Cruz Roja en Navarra, Rafael Huarte, y por el director general de Protección Social y Cooperación al Desarrollo, Andrés Carbonero.

La consejera ha asegurado que la epidemia del COVID-19 y las medidas para su erradicación “están comenzando a tener consecuencias graves para la población socialmente más vulnerable”, situación ante la que el Departamento ha comenzado a elaborar un diagnóstico y trabajar en un plan de acción, según ha anunciado.

Distribución de alimentos

El programa de alimentos tiene dos componentes, el primero tiene que ver con garantizar la alimentación al alumnado con beca de comedor de los Departamento de Educación y de Derechos Sociales; y el segundo destinado a familias vulnerables que han sido identificadas por los servicios sociales de base.

Así, respecto al primer componente, el Departamento de Derechos Sociales, en colaboración y a petición del Departamento de Educación, ha organizado el reparto de alimentos y/o tarjetas monedero dirigidas a abonar el coste de la beca concedida a menores escolarizados en situación de vulnerabilidad que se han visto afectados por el cierre de los comedores escolares con motivo de la situación de alarma sanitaria.

Este reparto está siendo gestionado por Cruz Roja Navarra con su red de voluntariado, se inició el 28 de marzo y se prevé que alcance a 4.615 menores. A los que además se han añadido 44 menores que disfrutaban de becas comedor del Departamento de Derechos Sociales a través de la Subdirección de Familia y Menores. Hasta el día de hoy han sido entregadas 3.469 tarjetas y 576 kits alimentarios, sumando un total de 4.045 ayudas repartidas.

La aportación ha consistido en la entrega de una de estas dos opciones: 1.000 lotes de alimentos valorados en torno a 30 € el lote y tarjeta monedero de 27€ o tarjeta monedero por importe de 53 €.

El procedimiento de entrega prevé el contacto previo a la entrega de alimentos o tarjeta con las familias, por parte de Cruz Roja, para identificar una persona adulta de referencia y concretar el día de entrega.

Este reparto cubre el periodo de 16 de marzo a 30 de abril, en el supuesto de no reanudarse la actividad escolar se recargará las tarjetas para otro mes, y así hasta la finalización del curso.

En cuanto al segundo componente, se trata de garantizar alimentos a familias en situación de vulnerabilidad económica. Para ello, los Servicios Sociales de Base han identificado un total de 2.689 familias compuestas de 8.089 personas.

A estas familias se les entregará una tarjeta monedero con una cuantía en función del número de miembros de la unidad familiar que puede ir desde los 60 euros a los 120 euros aproximadamente.

El reparto lo hará igualmente Cruz Roja, quien contará con la colaboración y coordinación previa de los servicios sociales de base correspondientes

En conjunto, el programa costará aproximadamente medio millón de euros (a repartir por igual entre ambos dispositivos), de los que son aportados por Cruz Roja 200.000 euros en el marco de su iniciativa “Cruz Roja Responde”. El resto corre a cargo del Gobierno de Navarra, quien podrá incorporar donaciones privadas a su aportación.

Diagnóstico y elaboración de un plan de acción

La consejera Maeztu ha indicado, durante su intervención, que “conforme se alarga la pandemia y el confinamiento, ya empezamos a vislumbrar algunos indicadores de lo que intuimos a medio y largo plazo: el impacto social y económico de la pandemia. Familias que hasta ahora no habían necesitado recurrir a los servicios sociales están llegando hasta ellos”.

Preocupa espacialmente a la Consejera Maeztu que esta crisis sacudirá más fuerte a los sectores más vulnerables: menores, personas en situación irregular, personas sin hogar, personas autónomas, sectores precarizados como el de empleadas de hogar, y otros colectivos en riesgo de exclusión.

El Departamento de Derechos Sociales ha comenzado a elaborar un diagnóstico compartido con las entidades y redes sociales de Navarra y a trabajar en un plan de acción. Ya ha mantenido dos reuniones con la Red de Lucha contra la Pobreza y Exclusión Social de Navarra, CERMIN, Cáritas y Cruz Roja.

“Coincidimos en que esta situación de emergencia que estamos atendiendo no debe durar mucho y hemos de empezar a preparar un plan de acción de recorrido más largo, bajo el liderazgo del Departamento de Derechos Sociales –ha declarado Maeztu-. Debemos dar respuesta a estas demandas y para ello la alianza entre administración pública y entidades sociales es fundamental”.

Fuerte Príncipe acoge personas con COVID-19 positivo sin hogar

Por otra parte, la colaboración con Cruz Roja también se ha hecho efectiva en la atención a personas en situación de vulnerabilidad social que han dado positivo en COVID-19 y que no disponen de hogar o condiciones para estar en el periodo de aislamiento prescrito por Salud. Estas personas están siendo atendidas en la Residencia Juvenil Fuerte del Príncipe, del Gobierno de Navarra, que corre con todos los gastos de personal y funcionamiento de la misma. Cruz Roja por su parte ha puesto a disposición de este dispositivo a una persona que ejerce las funciones de dirección de la Residencia, con perfil de trabajadora social.

En estos momentos hay 5 personas ingresadas y mañana se prevé 4 ingresos más.

Además de lo anteriormente comentado, desde Cruz Roja también se están realizando los traslados entre residencias para la protección de personas mayores en el marco del plan de actuación diseñado por la ANADP con recursos de la flota de transporte adaptado, y la atención del teléfono de apoyo psicológico para familiares de personas mayores residentes creado al efecto.