Señor Toquero, la verdad es difícil de esconder






La Ejecutiva extraordinaria del Consorcio Eder celebrada el pasado sábado supuso un tremendo varapalo para las intenciones de su presidente, Alejandro Toquero. Aun así, UPN tenía un as guardado en la manga para intentar salvar su imagen a última hora, aunque lo único que ha conseguido es retratarse públicamente y perder toda la confianza.

En dos días, el alcalde de Tudela, fue puesto en cuestión por la mayoría de los consorciados, incluidos alcaldes de su propio partido, ya que ninguno de ellos apoyó su propuesta inicial de cese inmediato del gerente y designación por él mismo, mediante libre determinación, del sustituto o sustituta.

Toquero, gracias a la organizada labor de la mayoría de las entidades locales y de las organizaciones sociales consorciadas y a la presión mediática a la que ha estado sometido, finalmente tuvo que recular y asumir que no iba a poder llevar a cabo su propuesta oscurantista y nada transparente.

Un fracaso estrepitoso del que debería estar más preocupado de buscar consensos, alianzas y apoyos para liderar Tudela y el proyecto de Comarca, pero sin imponer su criterio sobre el del resto de consorciados, que de intentar blanquear su dañada imagen por méritos propios. Preocupa y mucho cómo va a recomponer el diálogo y la confianza, que él solo destrozó en una semana, en una entidad que antes de su llegada se encontraba fuerte, cohesionada y engrasada.

Ya no sorprende como, el mismo sábado por la tarde, quiso vender en su perfil personal alojado en una red social que la solución había venido por una propuesta suya. Pero no Sr. Toquero; primero, la propuesta no fue suya, se la propusieron como única opción para salvar su debilitada imagen por su comportamiento escasamente democrático y tuvo que aceptarla porque su propuesta inicial era un despropósito y la tenía perdida. Y segundo, ha sido derrotado, porque su afán de protagonismo ha hecho que intentara pasar por encima del resto de entidades, de la Comisión Ejecutiva y de sus propios estatutos.

El objetivo era que se retirara el punto del orden del día de la Ejecutiva extraordinaria convocada para el sábado que pedía aprobar el cese inmediato del gerente y facultar al Sr. Toquero a elegir por libre designación a otra persona para la gerencia, y muy a su pesar, la presión mediática y el apoyo de numerosas entidades, consiguió dicho objetivo.

Asuma, Sr. Toquero, que su propuesta ha sido derrotada; empiece a trabajar seriamente por y para la Ribera, buscando consensos, acuerdos, intereses comunes y no queriendo tener un protagonismo que no merece. Afortunadamente, ha ganado la razón, la coherencia y el interés por nuestra Ribera.