Las interminables guerras internas de Podemos los han convertido en el eslabón débil del Cambio. La formación morada pierde dos tercios de su electorado y se queda con tan solo dos diputados de los siete que disponía.
Podemos también ha recibido un sonoro tortazo en Pamplona o Tudela, donde se han quedado fuera. El partido liderado por Eduardo Santos podría contribuir a un cuatripartito progresista que se negociará en las próximas semanas.