Doce años en la política municipal fiterana





La primavera de 2007 barruntaba a tiempos de cambio en Fitero: cuatro años atrás el PSOE había superado por primera vez el 45% tras dispararse más de cuatro puntos y UPN había obtenido los guarismos más bajos de su historia tras caer tres puntos y medio, logrando un 53%. 

Pero la pólvora se mojó: los regionalistas mejoraron en tres puntos y medio, los socialistas cayeron más de dos y medio y las diferencias se ampliaron. De 112 a 227 votos. Estaba más cerca el 7-4 que la remontada.

Lo peor no fue el resultado por culpa de Pamplona: el PSN decidió tejer un gobierno del cambio junto a Nafarroa Bai e Izquierda Unida para desalojar a UPN, pero el PSOE desde Ferraz lo evitó. Aquello cayó como una bomba en las agrupaciones socialistas riberas y en especial en la fiterana, que quedó en mínimos y al borde de la desaparición tras 28 años de vida por el frenesí de bajas entre la militancia.

Aquello fue la tormenta perfecta: decepción electoral, éxodo de militantes, llamamiento desde la izquierda fiterana para que no se votase al PSOE a las europeas de 2009 (donde pasaron de 519 votos a 269), cambio de nombre a nivel municipal (Socialistas de Fitero), fractura interna y desastre en 2011.

Hace ocho años la izquierda fiterana no pudo completar lista por primera vez en 32 años, UPN barría con once concejales, la calculada presencia conservadora en todos los aspectos de la vida social asfixiaba a casi la mitad del pueblo y desde Madrid llegaban buenas noticias para los regionalistas: Pachi Yanguas era escogido senador y Jorge Fernández Díaz ministro del Interior, tándem que protagonizó una foto anacrónica en las cercanías del Colegio Público que tanto divirtió a 'El Intermedio' de La Sexta.

Llegaba el Cuartel, el PSN no se reponía mientras el PSOE perdía apoyos por la irrupción del 15-M en la política institucional y un grupo de personas, la mayoría a la izquierda del socialismo clásico fiterano creó AFI, agrupación que dio la sorpresa en los comicios de 2015 (segundo mejor porcentaje de voto en los últimos cuarenta años).

En AFI hemos batallado en los tribunales contra la cesión del terreno municipal la Guardia Civil; hemos restaurado la memoria de nuestros antepasados; hemos publicado artículos, revistas y libros sobre múltiples aspectos de la vida fiterana; hemos forzado a que Comptos fiscalice nuestro consistorio tras un cuarto de siglo; hemos forzado la dimisión de un concejal de UPN y nuestra presión ha carbonizado al actual alcalde; hemos criticado todos los vicios del poder tras cuatro décadas de régimen democrático; y hemos arrinconado a UPN, que ha llegado al final de la legislatura con la lengua fuera.

A cambio, hemos sufrido golpes bajos; nos han censurado artículos; nos han suprimido plenos; nos han cambiado hasta en tres ocasiones las dietas económicas; se han puesto sueldo; nos han prohibido la venta de libros; hemos sufrido mentiras burdas (la última con una misteriosa multa millonaria que no nos han puesto); y hemos resistido.

La Agrupación Fiterana Independiente ha cerrado su lista; ha conseguido las firmas necesarias para presentarse; ha presentado un programa electoral muy trabajado; ha encargado trípticos y carteles que verán en los próximos días y llega con las fuerzas renovadas al 26-M, fecha en la que somos el verdadero voto útil y el voto más molesto para Navarra Suma, que ahora se muestra compungido con Rubalcaba cuando años atrás UPN decía de él que era un mentiroso que iba a vender Navarra a cambio del final de ETA.

UPN ahora ha mutado: en unos foros afirman que pretenden continuisimo y en otros que quieren revolución. Son fechas de hipocresías variadas respecto a la Parroquia, de peloteo a agentes culturales, de palmaditas en la espalda a empresarios y de travestismos escasamente creíbles con los que no tapan lo que es Navarra Suma o cómo se llame la unión de un UPN en horas bajas, el PP hundido entre la corrupción y Ciudadanos, ayer antifuerista, hoy navarrista y siempre oportunista.

El 26-M toca cambio en Fitero: los ciudadanos de la villa no deben soportar ni un segundo más que un partido desnortado que carece de proyecto siga llevando nuestras riendas. Su colección de números sobre turismo no tapan la caída demográfica; su propaganda en las revistas patrocinadas con nuestros impuestos no oculta el desastre urbanístico; su renovación cosmética no eclipsa el caos del Polígono Industrial.

UPN tiene un problema y AFI hará todo lo posible para echarlos sin contemplaciones para que la oposición les refresque las ideas. La derecha, por las botas y los votos, ha gobernado Fitero durante los últimos 83 años y AFI servirá de dique de contención con la intención de renovar la villa. Les tocará, si los fiteranos quieren, hacer propósito de enmienda y marcharse a la oposición.

La legislatura actual arrancó hace cuatro años con la sana renovación de la Residencia de Ancianos, lastrada por un expediente que demostraba hasta qué punto la gestión anterior no era la más propicia. La legislatura se cerrará la próxima semana con UPN y AFI votando que Fitero elimine su deuda, hecho al que en parte se ha llegado por la incapacidad del equipo de Gobierno para ejecutar los presupuestos que diseña.

Nos sentimos satisfechos con nuestro trabajo, porque con nuestros aciertos y errores hemos ayudado a reactivar la vida política fiterana, a batallar contra la opacidad local y a poner contra las cuerdas a algunas personas que nos exhiben estos días la misma arrogancia que demostraron hace cuatro años. Entonces, llegaron las urnas y se les borró la sonrisa. La prepotencia nunca es buena consejera. Esperemos que el 26-M nos ayuden a echarlos del poder. Por Fitero.