Pedro Sánchez aceptó un mediador con la Generalitat y la extrema derecha saldrá este domingo a hablar de golpismo con los herederos del golpe criminal de 1936 y del 23-F, Vox. La pinza entre los trillizos reaccionarios y la izquierda del GAL se ha vuelto a producir.
Hace dos años Susana Díaz y el socialismo de Puerto Hurraco se unían para evitar una mayoría a la cleptocracia popular. Lo consiguieron y echaron a Sánchez. Pero Susana perdió posteriormente el decoro, las primarias estatales y Andalucía.
Ahora los barones, Rodríguez Ibarra, Fernández Vara o García Page, han resucitado para cargar contra el Gobierno. También lo han hecho Felipe, Guerra, que está envejeciendo con un tono anaranjado, e Iñaki Gabilondo.
Es decir, la izquierda que no se llevó las manos a la cabeza con los GAL y la corrupción socialista de Filesa ahora revive para dar lecciones de democracia intentando imponer sus tesis a dos ejecutivos en mayoría.