Choque de carneros








¿Chocan los carneros en la ladera de la colina? En realidad lo parece desde la lejanía, ya que ambos contendientes guardan prudente distancia y se conforman con intercambiarse cobardes desprecios mientras susurran maledicencias a esos incondicionales que nunca preguntan. La guerra fratricida está motivada por el dominio del terreno. Se mezclan el ego y una ambición que estaba soterrada en décadas de guerra fría donde se imponían las miradas esquivas hacia el terreno que pisaban. Más confortable era la plácida cueva proporcionada por las centurias sin enemigos. Los aspirantes a liderar el rebaño, por desgracia, conocen la receta del éxito:

-La cultura que no está dirigida a la reflexión colectiva es pura distracción.
-La propaganda sigue sin saber distinguir entre cuantitativo y cualitativo.
-La patria son personas y el resto es el paisaje que servirá de menú a la vegetación que inundará la colina y la condenará al silencio eterno.