¿Por qué UPN no responde a Ciudadanos?








El PNV ha salido en tromba contra el oportunismo "talibán" de Ciudadanos contra el Concierto económico vasco y el Convenio entre el estado español y Navarra. UPN sin embargo se ha puesto de perfil. ¿Por qué? Porque fían su suerte futura a Ciudadanos tras perder el Gobierno y 19 de los 20 principales ayuntamientos navarros después de perder de su vocabulario las palabras honradez y gestión.

UPN no renovó su poder porque les falló la muleta socialista y porque tuvieron cierta miopía de fuego amigo al torpedear desde los medios afines la candidatura de Diego Paños, a la que le faltó un puñado de votos para asaltar el Parlamento con intención de desmantelarlo.

Eso lo sabe bien Esparza, que en 2015 pidió a Rivera que no se presentase en Navarra y que ahora fabula con un cuatripartito futuro donde no faltaría la extrema derecha madrileña, el PP, los que quieren hacerse grandes con un alarde de patriotismo rancio, Ciudadanos, y esa desangelada sucursal llamada PSN.

UPN y sus antecesores nacieron con el discurso de la defensa de Navarra frente a Madrid. Pero si la derecha navarra fue con las elecciones con el PNV y comenzó a negociar el Estatuto vasco-navarro en la República, ahora sus herederos se han convertido en nacionalistas españoles vascófobos. Ni rastro de defensa de Navarra, ya que su incompetencia la demostraron a raudales en los primeros años de Rajoy.

Harina de otro costal es el fallo garrafal de Ciudadanos. Albert Rivera se ha creído que asaltará la Moncloa con ayuda del Ibex, la quebrada prensa madrileña y las capas sociales más proclives a escuchar los cantos de sirena de los falangitos centralistas.

Pero sin un escaño en Euskadi, Navarra ni Galicia, el norte les da la espalda, tras haberse convertido en puntal de los dos mayores focos de corrupción del bipartidismo, Madrid y Sevilla, y tras haber prometido regeneración cuando su razón de ser es evitarla, los naranjas lo tienen negro en su intentona gatopardiana de desmantelar el Estado del bienestar con su discurso barato de europeísta de rojigualda en la muñeca con interés por la tecnología y por ser emprendedor por cursos, nunca por ayudar al débil. El chiste es que tampoco la España interior o profunda le dejará pasar.

Eso sí, lo intentarán pese a tener el armario lleno de puertos de la época en la que se presentaron junto a la extrema derecha antieuropea y racista de Libertas, trinque de ese sujeto sin escrúpulos llamado Albert Rivera que ahora se cree fuerte para derribar el norte y el norte sin duda lo derribará a él...con o sin la ayuda de UPN, que sale a las calles para cargar contra la ikurriña y no contra la rojigualda, bandera que dice que nos va a hacer desayunar Ciudadanos, sus futuros aliados si los naranjas dejan de colocar a cierta chusma en sus listas.