Las cinco claves del triunfo de Pedro Sánchez sobre Susana Díaz








El previsible giro a la izquierda en el PSOE que algunos barruntan tras el cómodo triunfo de Pedro Sánchez sobre Susana Díaz está todavía por ver. En Navarra la izquierda sabe desde hace años que los socialistas son un obstáculo para cualquier tipo de cambio, en España parece ser que todavía este tema queda pendiente. Porque Sánchez, el de la mega bandera rojigualda, el del pacto con Albert Rivera, el que tiró por la borda a Tomás Gómez de forma antidemocrática y el que fue aupado en 2014 a la secretaría general por el "susanismo", deberá demostrar si se convierte en un hombre de fiar ante los cambios estructurales que se deben acometer en el Estado español para que la regeneración y las políticas contra la corrupción hagan volar de un plumazo a esas antidemocráticas élites que quieren tutelar la vida política nacional. El triunfo de Sánchez tiene cinco aristas que pasamos a analizar:

1- No es no 

Gritos de "sí es sí", "susanista el que no vote" y hasta La Internacional sonaron en la comparecencia de Sánchez ante los medios tras su triunfo. Estos sonidos evidencian que el triunfo proviene de las bases progresistas del partido, que han permanecido en la izquierda mientras los movimientos políticos españoles movían el terreno de la cúpula del partido hacia posiciones conservadoras. Porque los afiliados del PSOE han decidido girar a la izquierda mientras los obedientes barones intentaban mantener su sueldo y prebendas apoyando a Díaz. El PSOE sigue teniendo unas bases republicanas y progresistas pese a el aura siniestro del "susanismo".

2- Un resucitado

Cuando Pedro Sánchez anunció su dimisión señaló que iba a coger su coche para recorrer la piel de toro. Sonaba quijotesco, pero cuando todos veían en él un cadáver político mientras la mayoría de cargos públicos le daban la espalda, él renació con unas concurridas convocatorias que comenzaron a evidenciar que las bases le apoyaban. Ocho meses de trabajo le han llevado a un triunfo que él quizás confundirá: no es tanto por méritos propios, sino por los deméritos antidemocráticos de su competidora.

3- Una soberbia

Susana Díaz fue consciente de su derrota cuando a la hora de presentar avales Sánchez le tuteó. Pero la faraona del sur es incapaz de aunar simpatías fuera de su territorio, no ha alcanzado siquiera el 40% de los votos, solo ha ganado en Andalucía de forma evidente, y ni siquiera el casposo apoyo de la vieja guardia, los barones, las élites y hasta la prensa conservadora le han servido para hacer frente a su triunfante rival.

4- Un tonto útil

Cuando en 2014 Susana Díaz tiró de pereza y empujó a Sánchez para que derribase a Madina, hoy "susanista" convencido mientras su mujer se forra en Telefónica, apareció un tercer competidor: Pérez Tapias, portavoz de una corriente minoritaria que aprovechó los favores del "susanismo" para presentarse a la contienda. El objetivo de Díaz en ese caso era frenar con Pérez Tapias al perfil progresista de Madina, y en este caso ha sido Patxi López el que se ha prestado a ejercer de tonto útil con la intención de limar el evidente y previsible triunfo de Sánchez en el norte. Ni siquiera ha alcanzado el ex lehendakari el 10% del voto, evidencia de su ridículo.

5- El futuro

El partido sigue con tambores de ruptura. Previsiblemente Díaz le hará zancadillas a un Sánchez que quizás frena la purga si hay pacto subterráneo. Porque el secretario general socialista tiene que gestionar un Grupo Parlamentario dividido, ya sin el dimisionario y lamentable Antonio Hernando como portavoz. No sabemos qué dirá Sánchez sobre la moción de censura de Iglesias a Rajoy, tampoco si el tema sobre la visión de Estado hará mucho ruido en el futuro, pero las políticas de pactos a nivel nacional podrían cambiar. No se entienden ciertos escrúpulos de los "susanistas" con Podemos cuando pactan con ellos en centenares de municipios. El patetismo de este grupo folclórico quedó ayer en evidencia mientras un señor que no ha demostrado un talento de otro mundo, Sánchez, sale reforzado tras sortear a una casta que de socialista solo tiene el carné.

e-Ribera