La imposición










A veces uno se sorprende de los niveles de desconocimiento, tanto de otras personas como de uno mismo. Por ejemplo, una amiga se enteró el otro día -con toda su buena fe- de que el euskera no se impone en Navarra a nadie que no quiera estudiarlo, que en todas las localidades y barrios hay colegios con líneas puras en castellano, sin nada de euskera. Eso hablando de los colegios públicos. Esto ella no lo sabía, pero cuando se lo aclararon se enteró. Porque hay mucho desconocimiento. Como el que tenía yo de que el PAI se impone en Sarriguren, como en otras localidades y barrios. En Sarriguren si quieres escolarizar allá a tus hijos no te queda más remedio que meterlos en un programa PAI, ya sea en los dos colegios públicos que existen como en el concertado. Los modelos a elegir son A-PAI, D-PAI y G-PAI en los dos públicos y G-PAI en el privado. Resultado: te imponen el PAI, te guste o no. No hace falta ser euskaldun o abertzale para no querer para tus hijos 12 horas o 14 de 28 en inglés. Esta correlación la ha logrado hacer con mucho éxito UPN, pero no es así. En público, igual pocos padres y madres reconocerán que no les gustan tantas horas desde tan pequeños en inglés -en los países con mejor nivel escolar de inglés de Europa (Finlandia, Suecia, etc) empiezan a dar inglés a los 9 años-, pero existen, familias que prefieren que sus hijos aprendan en castellano. Luego hay niños y niñas que no pueden seguir el ritmo de aprender materias en inglés, lo que es completamente comprensible. A algunos se les obliga a irse de su entorno porque se ha impuesto un programa sin salida posible, incluso se les obliga a ir a un concertado -algunos en Pamplona han resistido al PAI- cuando igual querían uno público. Aquí la única imposición en varios casos es la del PAI. Pero de esa imposición que ellos ejecutaron no hablan quienes hablan de la inexistente imposición del euskera.

Jorge Nagore, en Diario de Noticias Sábado 04-03-2017