Las maniobras en Bardenas interfieren en la extinción de un incendio en Cortes





El espacio aéreo restringido por las maniobras con fuego real en el Polígono de Tiro de Bardenas obligó ayer al helicóptero del Gobierno de Navarra que se encontraba en Tierra Estella a demorar su llegada a la extinción de un incendio en Cortes. El aparato no contaba con el suficiente combustible para arriesgarse a realizar el rodeo al que obligaban las restricciones de circulación aérea, por lo que se decidió que antes se dirigiera a Pamplona a repostar.

La incidencia se registró en la extinción de un fuego declarado junto a la vía ferroviaria, cerca de la estación de tren de Cortes. Fuentes del Gobierno de Navarra confirmaron que el helicóptero debió regresar a su base en Miluce antes de acudir al incendio, al que sí se desplazó desde el primer momento el avión Azor con base en Noáin. No obstante las mismas fuentes precisaron que sin la restricción del espacio aéreo el helicóptero podría haber volado en ruta directa hasta Cortes, pero inmediatamente después también debería haber repostado en Pamplona para seguir operando.

El incidente coincidió con el primer día de maniobras de la Operación Tormenta que el Ministerio de Defensa lleva a cabo entre ayer y mañana con fuego real. Precisamente, convocadas por la Asamblea Anti-Polígono, un centenar de personas se concentró ayer en Tudela para pedir el cese de la actividad militar en el Parque Natural y Reserva de la Biosfera. A la Asamblea se unieron otros colectivos como la Plataforma contra la guerra de Ejea y pueblos o Ecologistas en Acción; alcaldes como los de Castejón y Burlada, concejales de varias localidades y otros políticos como José Miguel Nuin y Joseba Eceolaza.

Milagros Rubio, de la Asamblea, intervino para recordar “los riesgos a los que estamos sometidos” y para afirmar que “ni queremos sufrir los riesgos de tener a nuestro lado el Polígono ni queremos convertirnos en seres insensibles al dolor de los seres humanos que sufrirán las guerras que se preparan aquí”. Por su parte, Eduardo Navascués incidió en los nocivos efectos medioambientales de las maniobras que convierten, dijo, “en un contrasentido la defensa de los valores de preservación de la naturaleza”.