El artículo censurado por la revista municipal Fitero 2016





El Grupo Municipal AFI quiere denunciar la decisión de la dirección de la revista municipal Fitero 2016 de no publicar el artículo "Apagando la música: quince meses de AFI en el Ayuntamiento de Fitero". Esta decisión, más propia de la Edad Media, es una nueva muestra de censura por parte de un equipo de Gobierno que no comprende que en 2016 esta es una decisión anacrónica que solo sirve para dos cosas: demostrar sus formas antidemocráticas y promocionar nuestros textos.

Este grupo también señala que en el próximo pleno municipal exigirá la inmediata destitución de la nueva directora de la revista, que dice que cree que este no es un texto adecuado en una revista pública. Aquí les dejamos con el mismo:

Apagando la música: quince meses de AFI en el Ayuntamiento de Fitero

Arrancamos felicitando las fiestas a todos los vecinos fiteranos, esos mismos que debieran saber que UPN gasta en ellas alrededor de 180.000 euros. ¿Cuál es el problema, dirán? Que para los gastos esenciales (obras en el colegio, inversiones en el polígono o arreglo de caminos) Fitero dispone de 135.000 euros. ¿Fuerte, verdad? También lo es contraponer nuestros 180.000 euros con los 300.000 que gasta Tudela, que multiplica por más de diecisiete veces nuestra población.

Cuando al ex ministro socialista Miguel Sebastián le preguntaron por la eterna crisis económica él afirmó que sabían que iba a pasar, pero, ¿quién era el valiente que apagaba la música? Esa cobardía desde el poder tiene un símil en Fitero, ya que el partido que pilota la villa desde hace cuatro décadas no se atreve a cortar algunos errores que se acomodan en los regímenes como vicios.

¿Y que ha conseguido AFI en esa fiesta, además de intentar apagar la música a pedradas? Lo más importante sin duda es que a UPN se le ha visto incómodo en el poder por primera vez en décadas (culebrón interno incluido). Y eso ha redundado, tras la presión en los plenos, en las redes sociales y en los juzgados por parte de AFI, en beneficios para la villa: no hay más que ver la renovación de la Residencia (donde se ha oxigenado el ambiente tras dejar atrás a una dirección y gestión anacrónica a la que irremediablemente habrá que exigir responsabilidades), la depuración de la Mancomunidad de Aguas, la merma de la deuda pública, la puesta en marcha de un plan turístico, las obras en el colegio, el recorte en gastos de representación o la previsión de obras para mejorar la potencia energética del polígono industrial.

Todas estas medidas, puestas en marcha en tiempo récord en un pueblo donde el tiempo pasa tan despacio, han tenido su repuesta: UPN no quiere seguir contra las cuerdas y había que agarrotar la vida política local, por lo cual Raimundo Aguirre, protagonizando una pirueta insólita, decidió convertir los plenos mensuales en trimestrales a la vez que se cortaba tajantemente la información sobre entradas y salidas. Estos hechos sumado al mal funcionamiento de las comisiones y al retraso constante de la información exigida vía instancia pretende convertir a Fitero en un páramo sin ninguna duda, que según Aristóteles era el principio de la sabiduría.

Zancadillas aparte, no tenemos más remedio que lamentar la visión cortoplacista de UPN, que sigue sin atreverse con más medidas de calado por su amor por la rutina, entre firmas de permisos de obras y chocolatadas en honor de la virgen de turno mientras se gastan 4.000 euros en publicidad en medios afines a su ideología conservadora, 3.000 en un Belén o 1.200 en el ejemplar de un libro. Mientras, construir en Fitero es una utopía, ya que al contrario que en otras localidades nadie se ha planteado siquiera la posibilidad de expropiar y derribar casas vacías para ofertar suelo público barato para parejas jóvenes. Y lo es que el Ayuntamiento estimule la oferta laboral. Y lo es que alguien se tome en serio la gravísima crisis demográfica. Pero mientras tanto AFI seguirá dando batalla, peleando por los intereses de todos los fiteranos. Repetimos: de todos.

Grupo Municipal AFI