Vergüenza ajena con Mojinos Escozíos en Tudela





Las fiestas de Tudela, salpimentadas por los insultos del crítico taurino de Diario de Navarra al nuevo alcalde, vivió ayer uno de los principales actos de sus fiestas con el concierto estelar de 2016: Mojinos Escozíos.

Y tras La Revoltosa aparecieron ellos: machotes de pelo en pecho liderados por el grasiento humor de "El Sevilla", personaje en decadencia que brindó al respetable varios tocamientos en sus zonas nobles y varios chistes sobre si en el público había "mariquitas" o comentarios sobre "la otra acera".

Es deplorable que un Ayuntamiento que promueve la igualdad y que pide a los bares que se eliminen letras sexistas financie bochornosos actos como el de anoche, salpicados por el humor zafio y grosero de una banda que quizás en el sur de España tenga su público, pero está claro que aquí no vale todo.

Y no vale que un Ayuntamiento del cambio, con lo que ha costado cambiar la situación, se gaste miles de euros en "artistas" que viven del humor chabacano, de las referencias homófobas en sus letras y de una paella de condimentos en desuso que por suerte ya no le hacen gracia al ciudadano de a pie.

Quizás en los setenta "El Sevilla" hubiese vivido de hacer de telonero de Fernando Esteso y su "Ramona Pechugona", pero en 2016 shows tan anacrónicos y tan nefastos solo aumentan el caldo gordo de UPN, que ayer pudo sacar pecho de que Izquierda-Ezkerra y compañía decidan gastarse el dinero en lamentables circos como el de anoche.

Si I-E no sabe que hay consolidadas bandas de rock en el norte, refrescantes grupos de música indie en auge o cantantes que no dañen ética y estéticamente al espectador, es que no se han enterado todavía de nada.

Porque a muchos espectadores no les quedó más remedio que abandonar el circo, ahorrándose las memeces y sudores de Miguel Ángel Rodríguez "El Sevilla" y sus amigachos, que viendo la polvareda que se había levantado en la previa a las fiestas no ahorraron en letras que por higiene intelectual debieran estar prohibidas o financiadas con dinero privado para la caverna, nunca con dinero de todos en un supuesto espectáculo para todos los públicos.